martes, 30 de marzo de 2010

Cambio de ritmo.


Los profesionales sanitarios con turnos rotatorios y guardias nocturnas experimentamos un cambio en nuestro ritmo circadiano. El sueño es "reparador" de la activivad del organismo durante el día y a medida que nuestra edad avanza necesitamos menos horas de sueño nocturno porque nuestra actividad disminuye. La actividad laboral desempeñada en horario nocturno ha sido objeto de varios estudios que ponen de manifiesto sus efectos negativos y dañinos para la salud. Determinadas hormonas como la melatonina y el cortisol, se segregan durante la noche y el día respectivamente. Un cambio en nuesto hábito del sueño puede provocar por lo tanto, trastornos gastrointestinales, obesidad e insomnio, entre otros. En los paises nórdicos ya se están desaconsejando trabajos de horario nocturno a partir de los 35 años de edad para evitar consecuencias negativas sobre la salud.

Seguir una disciplina en nuestras horas de sueño durante el día es fundamental para no caer en el error de un sueño excesivo que acabaría trastornando nuestra vida cotidiana. Es cierto que resulta complicado conciliar el sueño durante el día, ya que la hiperactividad durante el trabajo nocturno nos espabila. El resto de personas están despiertas mientras nosotros dormimos, hacen ruido, el cartero llama a la puerta, el ruido del tráfico, el ruido de obras, la luz..., son los ingredientes necesarios para no dejarnos dormir.

"Por cada quince años de trabajo noctuno se produce un envejecimiento de unos cinco años", motivo más suficiente como para tomárselo en serio.

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