Una Nochebuena diferente.

Aunque por tradición, la mayoría de personas viven la Nochebuena en compañía de la familia, no somos pocos los que tenemos que trabajar para que los demás tengan garantizada su diversión, salud y seguridad.

Una noche en la que los profesionales sanitarios improvisamos nuestra pequeña celebración aportando cada uno algo y aprovechando los ratos en los que el trabajo sea menos intenso para celebrarlo con los compañeros, nuestra "otra familia". Sabemos que es una noche en la que se trabaja, ya que el paciente que acude a urgencias y ha renunciado a pasar la noche en familia, lo hace porque está mal de verdad.

Algo que asumimos como parte de nuestro trabajo e intentamos vivir con normalidad.

¡FELIZ NAVIDAD!

Volver a urgencias por Navidad.

La época de la Navidad trae consigo encuentros familiares y amistosos, cenas de compromiso y compras que, en la mayoría de los casos, conducen a cometer excesos de comida, gastos y energía.

Empachos, sensación de pesadez, ardores y, en algunos casos, vómitos y diarreas, son algunos de los trastornos que se pueden llegar a padecer. De ahí el aumento del 25% de las urgencias y los ingresos hospitalarios, principalmente debidos a la aparición de crisis hipertensivas, diabetes, gota o patologías del tracto digestivo.

Se puede disfrutar de la época navideña sin descuidar la salud.

En boca de casi todos.

Hoy además de ser el día del sorteo de la Lotería de Navidad, es el "día de la salud". Quizás la palabra "salud" sea hoy la más pronunciada y esté en boca de casi todos, ya que como las probabilidades de que toque son remotas, a los que no les toca la lotería siempre terminan diciendo: "bueno, lo importante es que tengamos salud", algo con lo que la mayoría se conforma, ...como si a los que les tocara no gozasen de buena salud.

Ojalá las personas que hoy recurren a la palabra "salud" como consuelo, verdaderamente la cuidaran el resto del año. Toque o no, las personas que tenemos salud somos muy afortunadas.

¡Suerte!.

Cerrado por vacaciones.

En estas fechas navideñas, los gerentes sanitarios tienen que hacer auténticas filigranas para mantener la calidad asistencial a causa de la penuria económica. Nadie lo proclama, pero hay hospitales de España donde se cierran quirófanos e incluso plantas enteras de cirugía, realojando a los pacientes y movilizando al personal sanitario a otras unidades.

El sistema acumula retrasos de hasta un año en el pago a sus proveedores. No es exagerado decir que la sanidad pública española, el mejor de nuestros logros sociales, la envidia de medio mundo, está en una situación crítica. Una realidad que todos los gobiernos regionales conocen y tratan de aliviar como pueden por entender que en las prestaciones sanitarias se juegan buena parte de su prestigio ante el electorado, pero será difícil evitar la merma en la calidad asistencial.

Detrás del cristal.

Hoy ha amanecido una mañana de domingo lluviosa. Un día perfecto para quedarse en casa al abrigo del frío, viendo llover a través del cristal de la ventana, con una taza de café bien caliente y escuchando música de fondo...

Hasta los pacientes se lo piensan para salir de casa en un día como el de hoy y prefieren esperar a mañana para ir a urgencias.

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Caldos de Honor.

El pasado 2 de diciembre se presentó la nueva Guía Repsol 2011. La reconocida guía incluye una sección especializada en gastronomía, en la que se encuentra la XII edición de la Guía de los mejores Vinos de España. Una cuidada selección de los caldos más destacados de nuestro país.

En esta clasificación destacan los caldos seleccionados en el Cuadro de Honor, que agrupa a aquellos con una puntuación igual o superior a 95 puntos, considerados los mejores de España. Tres vinos del grupo Pesquera han conseguido esta distinción: Tinto Pesquera Janús Gran Reserva 2003, Tinto Pesquera Reserva 2007 y El Vínculo Reserva 2006. Excelentes vinos de producción limitada y con una cuidada selección de uvas que poseen sobresalientes aptitudes para la guarda.

Un placer para nuestros sentidos.

Inteligencia de bolsillo.

La evolución hacia los dispositivos móviles de detección sensorial ya ha comenzado. Para estar preparados para el cambio generacional que va a suponer un aumento considerable de la población mayor en un futuro, la industria de la salud ya se ha asociado con científicos para crear los teléfonos móviles inteligentes, una mezcla de tecnologías sensoriales que seguirán de cerca cualquier cambio de la salud. Así la tecnología permitirá el tratamiento más rápido y eficaz de las personas mayores y pueden convertirse en una importante herramienta de prevención para los jóvenes.

Los teléfonos móviles, para bien o para mal, se han convertido en una parte de lo que somos, por tanto, pueden ayudarnos a desarrollar una mentalidad diferente, una en la que se tenga más en cuenta la salud. Para lograr este cambio de mentalidad, se requerirá una forma diferente de pensar y que el ciudadano acepte estos nuevos avances.

Una comunicación exitosa y qué supondrá en la vida de las personas, será la clave del éxito.

Mano dura.

El endurecimiento de la nueva Ley del Tabaco que entrará en vigor a partir del 2 de enero de 2011, trata de ser educativa y de desnormalización del consumo del tabaco. Para algunos, una buena ocasión para que los fumadores se animen a dejar de fumar. El porcentaje de fumadores que consiguen dejar de fumar es mínimo. Lograrlo no es fácil ya que requiere ante todo voluntad, constancia y esfuerzo, junto con la ayuda de expertos y de tratamiento farmacológico.

Con esta nueva ley sólo se va aconseguir una sociedad con espacios públicos libres de humos que previenen del consumo del tabaco, ya que por más que se coarte la libertad del fumador, a pesar de que sabe que es perjudicial para su salud, va a seguir fumando. Los únicos que se van a ver perjudicados son ciertos sectores de la sociedad cuyas quejas responden más a un interés económico y no de salud.

Fomentar hábitos de vida saludables desde la infancia puede que sea la única manera de que el ciudadano de una forma libre y no prohibitiva se vaya olvidando del tabaco.

Cada uno es libre de decidir si quiere o no cuidar su salud.

Donde caben 2, caben 3,...

Con la bajada de las temperaturas, es típico que los pasillos de las urgencias hospitalarias se colapsen. Las camas se alinean como piezas del tetris, por su lado pasamos profesionales sanitarios, pacientes y acompañantes, y las ambulancias siguen llegando.

Los pacientes, a pesar del malestar que les produce esta situación se arman de paciencia y aguardan estoicamente, quieren que se les atienda como sea y donde sea, aunque más de uno se arrepiente de haber venido a urgencias un día así. La sobrecarga de trabajo que supone para los profesionales sanitarios hace que las condiciones en las que se atienden a los pacientes no sean las ideales ya que improvisar un box de urgencias en pleno pasillo no es tarea fácil.

Hacemos lo que podemos ya que en ocasiones no damos abasto.

Con responsabilidad.

El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, ha lanzado una campaña para concienciar a los ciudadanos de la necesidad de hacer un uso adecuado de las urgencias hospitalarias ya que hasta el 60% de los problemas de los pacientes que acuden a estos servicios, podría haberse resuelto en el centro de salud.

Las urgencias hospitalarias se utilizan mucho, y en ocasiones mal, principalmente por ser un servicio gartuito, abierto las 24 horas y a demanda. Una de las principales causas de este problema es que ante el temor de no acertar con el diagnóstico, en la puerta de urgencias se le pide un "whopper completo" al paciente, toda una batería de pruebas, analíticas, radiografías..., que no siempre son necesarias.

Los políticos han enseñado a la población a acudir a las urgencias de los hospitales y el ciudadano quiere que se le vea y se le hagan pruebas en el momento que él considera oportuno y sin esperar, pero ahora los políticos le piden al ciudadano que sea responsable.

No te rindas.

Ainhoa Arteta se ha puesto "undreground" con su nuevo album "Don't give up", una preciosa canción en la que nos dice a todos que hay muchas razones por las que el ser humano, cuando parece que todo va mal, tiene que levantarse y salir a la calle a luchar, y no resignarse y rendirse.
Un album con canciones que me han acompañado y me seguirán acompañando en mi vida.

Arte bajo el mar.

El Museo Subacuático de Cancún está formado por 400 esculturas sumergidas, tamaño real, del artista Jason De Caires Taylor. Estatuas que han sido diseñadas y creadas para vivir bajo el mar y para formar parte del medio ambiente marino, dejando que la naturaleza cree sobre ellas un arrecife artificial.

Las imágenes parecen haberse detenido en el tiempo tras haber sido sorprendidas por la suerte de un diluvio universal. Bucear entre sus figuras debe ser una experiencia alucinante, sobre todo teniendo en cuenta que poco a poco el coral va reclamando su espacio dando vida y muerte a esta obra escultórica.

Éxito adulterado.

La práctica del deporte debe ser un medio de mejorar la salud del ciudadano y la superación física del individuo por métodos naturales. El recurso a sustancias cuya finalidad es aumentar artificialmente el rendimiento humano representa una adulteración de la práctica deportiva.

La proliferación de los casos de utilización de métodos de dopaje ha ensombrecido la imagen del deporte. Una explicación posible se encuentra en la aceptación, por las sociedades occidentales, de cierta cultura de la droga y del consumo de sustancias tóxicas como medio para mejorar el rendimiento individual en diferentes ámbitos.

No es de extrañar que esta permisividad afecte también a las esferas deportivas debido a la necesidad de rentabilizar las enormes inversiones de los patrocinadores, la excesiva comercialización del deporte, la proliferación de competiciones deportivas, la utilización del deporte en el marco de la propaganda política..., toda esta presión empuja a los deportistas a prácticas contrarias a la ética deportiva.

El éxito de un deportista se saborea a base de entrenamiento y constancia, y siempre que sus condiciones físicas se lo permitan.

Reclamar a la administración.

Es frecuente que acudan al Servicio de Urgencias hospitalario, pacientes que se han caído en la vía pública como consecuencia del mal estado y conservación de la misma. Baldosas sueltas, partes sin baldosa, tapas de servicios y suministros y diferentes desniveles que constituye un riesgo para el tránsito de peatones debido, en su mayoría, a las constantes obras.

Las consecuencias más típicas suelen ser lesiones músculoesqueléticas, que incluso pueden provocar fracturas, intervención quirúrgica y rehabilitación. Días en los que el ciudadano, si está trabajando, pierde dinero por estar de baja lo que le lleva a reclamar una indemnización a la administración.

Aunque en ocasiones, las caídas no tienen graves consecuencias para el paciente pero se nota su interés, debido a la crisis, por arañar algunos euros a la administración. Un negocio en fase de explotación para algunos ciudadanos.

Asignaturas pendientes.

La vida interna de los hospitales tiene algunas asignaturas pendientes que añaden inseguridad y malestar a sus pacientes. Intimidad, descanso e información son conceptos poco presentes en la estancia de un enfermo, aunque la mayoría de centros sanitarios intenta, poco a poco, corregir rutinas y solucionar la falta de espacio que acaban dañando a estas personas a las que intentamos curar.

La intimidad se ve vulnerada en el momento de ingresar con un camisón abierto por detrás. O totalmente pisoteada cuando le acercan a un paciente una botella o cuña para usarla en una cama tras un biombo en el pasillo por el que transitan todo tipo de uniformes y familiares.

Las noches son un momento complicado. Los pacientes no entienden que la última dosis de medicación sea a las doce o siempre haya que tomar algo a las tantas de la noche. La toma de temperatura sea a las 6 de la mañana y no a las 9..., por lo que el resto del día se lo pasan durmiendo.

La información es otro punto no resuleto. Desde la cama del hospital el enfermo pierde todo el control. No tiene manera de saber cómo va a ser su día y cual es el programa previsto, lo que le produce una gran angustia.

El problema nace de una organización industrial de los hospitales, llena de rutinas, al margen de la comodidad de los pacientes.

Resultados inmediatos.

La compañía británica Avacta, especializada en tecnologías y servicios para el mercado farmaceútico y de diagnóstico, acaba de lanzar un revolucionario producto: un instrumento portátil de diagnóstico que arroja los resultados de los análisis de sangre en tan solo quince minutos. Se venderá a los centros de salud a partir del año 2013.

Actualmente, en numerosas ocasiones, las muestras de sangre que se toman a los pacientes para su análisis deben ser enviadas a un laboratorio para obtener los resultados, proceso que suele llevar varios días.

Con este revolucionario producto, esta espera se podría terminar. De esta forma se agilizaría la atención sanitaria y no se colapsarían las urgencias hospitalarias en busca de unos resultados inmediatos.

Los nervios del directo.

Una de las primeras intervenciones que se le realiza al paciente cuando llega al Servicio de Urgencias, es medir su tensión arterial. Es un hecho conocido que el 30% de los pacientes sufren lo que se conoce como "el síndrome de la bata blanca", caracterizado por una elevación de la tensión arterial cuando un paciente entra en un centro sanitario.

Aunque por ahora es un misterio el motivo de esta conducta, todo parece indicar que el estrés, el nerviosismo y la incertidumbre del paciente al entrar en un centro sanitario y ante el resultado de la medición, pueden ser las causas de estos "subidones". El propio paciente reconoce que los hospitales lo ponen nervioso.

En realidad estos pacientes no son hipertensos, sino que presentan subidas puntuales que luego no se confirman. Por ello es importante volver a realizar una nueva medición posterior para asegurarnos de las cifras de tensión arterial, ya que puede condicionar que una persona sea considerada o no hipertensa y, en consecuencia, sometida o no a un tratamiento.

Mucho más que un lazo.

Un año más, ayer el mundo entero se unió para reflexionar sobre una cruel enfermedad, el sida. Un día en el que la gente se solidariza con los enfermos de sida, pero es muy diferente verlo desde fuera. No sé si la sociedad sería capaz de tratar con naturalidad y sin importarles a un compañero de trabajo, de clase, vecino, empleado, conocido..., enfermo de sida.

Creo que esa es la ventaja que tenemos los profesionales sanitarios que los cuidamos y atendemos frente al resto de la sociedad.

No todo es lucir un lazo rojo, es mucho más.