miércoles, 15 de diciembre de 2010

Mano dura.


El endurecimiento de la nueva Ley del Tabaco que entrará en vigor a partir del 2 de enero de 2011, trata de ser educativa y de desnormalización del consumo del tabaco. Para algunos, una buena ocasión para que los fumadores se animen a dejar de fumar. El porcentaje de fumadores que consiguen dejar de fumar es mínimo. Lograrlo no es fácil ya que requiere ante todo voluntad, constancia y esfuerzo, junto con la ayuda de expertos y de tratamiento farmacológico.

Con esta nueva ley sólo se va aconseguir una sociedad con espacios públicos libres de humos que previenen del consumo del tabaco, ya que por más que se coarte la libertad del fumador, a pesar de que sabe que es perjudicial para su salud, va a seguir fumando. Los únicos que se van a ver perjudicados son ciertos sectores de la sociedad cuyas quejas responden más a un interés económico y no de salud.

Fomentar hábitos de vida saludables desde la infancia puede que sea la única manera de que el ciudadano de una forma libre y no prohibitiva se vaya olvidando del tabaco.

Cada uno es libre de decidir si quiere o no cuidar su salud.

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