No multar pero sí concienciar.

Al hilo del artículo publicado en prensa, tengo que decir que ya va siendo hora de que el usuario se responsabilice de su salud y que haga un buen uso del sistema sanitario. Y si para ello hay que tomar ciertas medidas drásticas, que se tomen. Lo que no puede ser es que se utilicen los servicios de urgencias para todo, desde un dolor de muelas a una rozadura en el pie por un zapato.

Yo diría que el 60% de los pacientes que acuden a urgencias por un problema de salud, éste se podría haber resuelto por la vía de Atención Primaria, pero claro, es un lujo que un el plazo de 6 horas el paciente se vaya a su casa con el chequeo hecho.

Desde el momento que se vacía la sala de espera de urgencias cuando televisan un partido de fútbol, algo no funciona, ¿no creéis?.

Batalla ganada.



La marea blanca ha ganado la batalla a la privatización de la sanidad. Llevaban meses luchando y no se han dado por vencidos hasta que al final lo han conseguido. Ayer leíamos en los medios que celebraban la paralización definitiva del plan privatizador del gobierno madrileño.

Soy de las que opino que las movilizaciones no sirven de mucho, pero reconozco que actualmente los ciudadanos están consiguiendo muchas cosas gracias a hacerse escuchar.

¡Enhorabuena!.



Histeria colectiva.

Desde que la gripe A ha aparecido en el medio hospitalario, en las urgencias de los hospitales existe una histeria colectiva. El paciente con determinados síntomas acude con el convencimiento de que la padece y los demás pacientes que acuden por otras causas y sus acompañantes exigen una mascarilla para "no pillarla". Les da cierto reparo compartir sala de espera con pacientes infectados y no entienden que la mascarilla se pone de forma preventiva al paciente que se sospecha que pueda padecer la gripe A y por consiguiente evita de un posible contagio...

Existe una largo camino por recorrer en educación sanitaria.

 



Miedo a lo desconocido.

Entrar en un quirófano para que te realicen una intervención quirúrgica, impone. La preocupación por el dolor que sentirán después de la intervención quirúrgica y el miedo a no despertar de la anestesia son las mayores preocupaciones de los pacientes.Y por más que le expliquemos al paciente de que esté tranquilo no lo conseguimos, aunque mi experiencia me dice que ayuda mucho explicarle en qué consiste el proceso que rodea a la intervención, quién lo va a recibir y en qué consistirá el pre y postoperatorio inmediato.

Si el paciente se duerme tranquilo, despertará tranquilo.

Hasta dónde hemos llegado.



Estos días fue noticia la compra de pañales por parte de los familiares de pacientes ingresados en un hospital de Aragón por falta de abastecimiento. El colapso de las urgencias agotó el material y el personal de las plantas de hospitalización se negaron a abastecer de material por escasez del mismo... Todavía el personal sanitario no se ha enterado que al margen de los pedidos de material por servicios, si en un momento puntual falta material en un servicio se puede realizar un traspaso del mismo hasta que el problema esté subsanado. Todo menos instar a los familiares a que vayan a la farmacia a comprar el material, ¡es vergonzoso!.
Nadie pone en duda la escasez de material pero hay medidas para solucionar los problema de forma puntual.