lunes, 15 de marzo de 2010

Espacio y tiempo.

Los pacientes que permanecen mucho tiempo hospitalizados, pueden presentar desorientación temporo-espacial. En este caso influyen factores psicosociales como el aburrimiento, la falta de estímulo, el estado de ánimo, etc. y pueden dar lugar a situaciones psicopatológicas muy diversas.

Hay pacientes que pueden perder la noción de la fecha y día de la semana. Otros, dependiendo de la hora en la que viven, se orientan respecto al lugar con más o menos dificultad. Así, un paciente aún puede saber, durante el día, que se encuentra en un hospital y demuestra su sufrimiento, pero no sabe dónde se encuentra el hospital ni sabe cuál es. Por la noche, sin embargo, cree estar en su casa y busca desesperadamente cosas personales que no encuentra. En otros casos, el paciente que está ingresado en un hospital cree estar en su casa e identifica al personal sanitario con familiares.

Para evitar situaciones de este tipo, deberían proporcionarse elementos visuales para la orientación, tales como relojes o calendarios y facilitar el uso de objetos personales como gafas y audífonos que le ayudan a orientarse. Pueden ser de ayuda, fomentar patrones normales de sueño-vigilia mediante normas que eviten despertar al paciente para darles la medicación, tomarles las constantes y mantener la unidad en silencio durante la noche. La presencia de familiares o amigos es necesaria para la orientación global de éste. El ambiente debería ser lo más tranquilo posible, minimizando el ruido externo de televisores, radios, timbres y pitidos.

El tratamiento global y de enfermería del paciente es muy importante. Es esencial atender a las necesidades básicas del paciente, como la nutrición, la hidratación y la movilización precoz.

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