miércoles, 7 de abril de 2010

Regalar vida.


La mayoría de trasplantes de órganos realizados en España, proceden de un donante cadáver. Con los pacientes fallecidos de muerte encefálica irreversible se intenta atender a la creciente necesidad de trasplantes de órganos. La donación de órganos por parte de un solo donante, representa una posibilidad para que muchas personas puedan salvar sus vidas y otras mejoren su calidad de vida. Pero esta experiencia se vive y se ve de forma diferente, ya que lo que supone una alegría para el receptor de un órgano, no lo es tanto para la familia del donante.

la información de muerte encefálica irreversible resulta difícil de aceptar. La muerte de una persona muy querida está entre los sucesos más estresantes que pueden suceder a lo largo de la vida. Cuanto más imprevista y traumática sea la muerte y cuanto más afecte a los sobrevivientes, mayor será el impacto emocional. Y en este contexto, hablar de donación y pedir solidaridad, requiere por su parte, un esfuerzo intelectual que no es fácil en muchas familias.

En cambio, el receptor recibe la noticia de un donante recién fallecido con gran alegría. Aunque las pruebas de compatibilidad terminarán decidiéndo quién será el receptor definitivo del órgano para garantizar que el trasplante sea un éxito en cuanto a mayor supervivencia y óptimo beneficio para el receptor. Agarrados a una lista durante días, meses e incluso años, a la espera de un donante que puede o no llegar a tiempo.

Regalar una vida salva muchas vidas.

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