martes, 13 de abril de 2010

Ocultar la evidencia.


Más de 6 millones de españoles sufren incontinencia urinaria. Esta enfermedad genera un gran impacto emocional que afecta a la calidad de vida de los pacientes y en muchas ocasiones puede ser causa de insomnio, baja autoestima, aislamiento social e incluso depresión. Aunque el problema es común en ambos sexos, una de cada cuatro mujeres españolas sufrirá algún episodio de incontinencia urinaria durante su vida. Puede desarrollarse a cualquier edad, pero la incidencia aumenta en las personas mayores a partir de los 65 años.

Las pérdidas de orina ocasionan situaciones incómodas y comprometidas. Los pacientes tienen miedo a que la gente de alrededor lo perciba. Los aseos públicos para atender esa urgencia miccional actualmente casi ni existen o son difíciles de encontrar. Estas situaciones generan una angustia psicológica que empuja a buena parte de las personas afectadas a no salir de casa y evitar el contacto con familiares y amigos.

Se debe romper el estigma social y poner voz al secreto, en colaboración con los profesionales sanitarios. La solución pasaría por una mayor confianza con los profesionales sanitarios y la familia o el entorno social más inmediato del paciente. Son pocos los casos que se detectan debido a la desinformación y la baja aceptación social. Todavía siguen vigentes barreras sociales que dificultan el diálogo, siendo la verguenza la causa principal, tanto en el entorno más cercano como ante los profesionales sanitarios.

Hablar sin miedo de este tema es de la única manera que los profesionales sanitarios podremos ayudarles a mejorar su calidad de vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario