martes, 27 de abril de 2010

Higiene postural.


La falta de ejercicio físico, los excesos de carga y los hábitos posturales incorrectos, son los principales motivos de los dolores músculo-esqueléticos, principalmente de la espalda. Los beneficios que conlleva el control de estos tres factores son innumerables. Además, unos hábitos posturales saludables pueden evitar el desarrollo de determinadas enfermedades crónicas. Las consecuencias de esta tipo de dolor afectan tanto a los quehaceres cotidianos, como al ámbito laboral y al tiempo de ocio, por lo que el impacto en la calidad de vida de los afectados supone un gasto economico nada despreciable.

Los beneficios que aporta para la salud y a la calidad de vida el ejercicio regular son indiscutibles, pero también lo es la necesidad de mantener unos hábitos posturales correctos, para disminuir el riesgo de molestias en el sistema muscular. Con el fin de evitar los problemas que se derivan de los hábitos de vida sedentarios, lo más recomendable es llevar una vida dinámica. Además es importante seguir unas normas de higiene postural en todas las actividades cotidianas para que la espalda soporte la menor carga posible. Estas pautas, a su vez, ayudarán a disminuir dolores y a conseguir un equilibrio corporal de larga duración, así como mejorarán la autonomía de quienes ya lo padecen. Una postura corporal correcta ayuda a mantener la elasticidad, la tonificación y la coordinación de los músculos. Si bien es imposible saber cuando se originarán las crisis de dolor lumbar, el riesgo de padecerlo se reduce de manera considerable cuanto más desarrollada esté la musculatura de la espalda.

El método más utilizado para que un paciente aprenda a proteger su espalda al adoptar posturas o realizar esfuerzos, es que recuerde las normas posturales y las aplique de forma sistemática en su vida cotidiana. Pero si en los adultos es importante corregir estas malas posturas, en niños lo es más, ya que para ellos se convierte en un factor de riesgo para desarrollar problemas crónicos de espalda en la edad adulta.

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