viernes, 4 de junio de 2010

Premiar la calidad.


La certificación es una acción llevada a cabo por un organismo independiente del interesado, en la cual se manifiesta que existe la confianza adecuada en que un producto, proceso o servicio se adecua a lo indicado en una norma determinada. Las siglas ISO corresponden a las de una federación mundial de organismos nacionales de normalización, que prepara a través de sus comités técnicos las normas internacionales.

La adopción de un sistema de gestión de calidad es una decisión estratégica con un objetivo de diversa índole que proporciona una herramienta de reconocimiento, permite incrementar la cadena de valor mediante la optimización de recursos, estimula la identificación de las necesidades de los clientes y ofrece ventajas para la organización, el cliente, los proveedores y la administración.

El proceso de certificación requiere el análisis del soporte documental que debe ser concordante con la norma ISO 9001 y la realización de una auditoría externa completa de la que emanará, si las hubiera, un informe de no conformidades, a raíz del cual la empresa a certificar elaborará un plan de acciones correctivas para la resolución de las mismas. Tras el análisis de este plan, la entidad tomará la decisión sobre la certificación de la empresa.

Con la aplicación de un sistema de gestión de calidad, los procesos encaminados al restablecimiento o mejora de la salud disponenen de una herramienta de control adicional para la satisfacción de todos los requisitos. Si además este sistema es certificado por un organismo independiente, la organización dispondrá de un elemento diferenciador con respecto a sus competencias y verá incrementado la fidelidad de sus clientes.

Por tanto, una empresa sanitaria no debe tener miedo de emprender el camino de la certificación de sus servicios.

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