martes, 15 de junio de 2010

El gran olvidado.

El maltrato a ancianos es el gran olvidado dentro de la violencia familiar. La dificultad para detectar estas conductas agresivas o negligentes permite dudar sobre la exactitud de la incidencia del maltrato a mayores, que en el mundo se sitúa alrededor de un 3%, aunque hay más de lo que se ve y de lo que detectan los protocolos.

El abuso económico es el más frecuente aunque no se le presta mucha atención. Paradójicamente ante esta situación la víctima no se rebela porque sabe que de hacerlo caerá en cierto desamparo. Le sigue la negligencia, con conductas como proporcionar dosis inadecuadas de medicación o una medicación errónea, privar de las necesidades básicas o el abandono. Y el maltrato psicológico se presenta bajo acciones de rechazo, aislamiento, insultos, amenazas de ingreso en una residencia, se les ignora o se les priva de afecto. Unido en ocasiones a maltrato físico, donde el anciano presenta moratones de dudosa justificación.

Situaciones que los profesionales sanitarios intuimos pero son muy difíciles de demostrar y que cualquiera puede detectar en su entorno, el problema es que estas formas de agresión no se identifican como maltrato.

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