martes, 10 de noviembre de 2009

Leyenda urbana.


Durante muchos años, los pacientes que son atendidos en centros sanitarios a los que se les ha administrado suero por vía intravenosa, han tenido y siguen teniendo cierta obsesión porque les pueda entrar aire en la vena una vez que se acaba el suero. No sé de dónde pudo salir esta leyenda, pero la realidad es que es raro el paciente que no lo diga... Es imposible que esto pueda ocurrir debido a que la ley de la gravedad ayuda a que el suero descienda de forma que sólo puede entrar aire en la vena cuando se ejerce presión con una jeringa, ya que el aire es menos denso que un fluido y no puede atravesar esa barrera por sí sólo.

Algo lógico para nosotros pero difícil de hacer entender.

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