lunes, 9 de noviembre de 2009

Con resignación.


Algunos pacientes que acuden al servicio de urgencias por su propio pie, tras ser valorados en la consulta de triaje, consideramos que precisan una silla de ruedas para sus desplazamientos por las instalaciones del hospital debido a que el motivo de consulta por el que acuden les puede hacer sufrir una caída. Para la mayoría de los pacientes, la idea de tener que sentarse en una silla de ruedas les desagrada y les hace sentirse algo vulnerables. Piensan que están en perfectas condiciones de poder ir andando por no tener percepción de enfermedad. Les hacemos entender que se trata de una medida puntual para garantizar su seguridad y no les queda mas remedio que aceptarlo con cierta resignación.

Supongo que si alguno de nosotros nos viesemos en esa situación, probablemente nuestra reacción sería la misma.

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