Según un reciente estudio de economistas americanos, "Como afectan los ciclos económicos a los hábitos alimenticios", las recesiones económicas no son buenas para la salud y los vaivenes macroeconómicos nos marcan lo que comemos y cuanto comemos, y no necesariamente por cuestiones de precio y de pérdida de poder adquisitivo. Este estudio concluye que cuanto más alto es el desempleo menor es el consumo de fruta, zumos, zanahorias ensaladas y vegetales siendo más fácil caer en la tentación de los snacks, hamburguesas y patatas fritas.
Aunque este análisis se ha hecho sobre población americana en la que los hábitos alimenticios no son precisamente algo a imitar, en España, uno de los paises del mundo donde el paro crece como la espuma el problema también debe preocuparnos.
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