miércoles, 7 de septiembre de 2011

A la salud del corazón.


Según un estudio de la Universidad de Borgoña, un consumo moderado de vino tinto mejora la fluidez de la sangre, hace caer la tasa de colesterol y aumenta la cantidad de antioxidantes de los pacientes después de haber sufrido un infarto de miocardio. Unido a un régimen alimentario de tipo mediterráneo, aceite de oliva, frutas y hortalizas.

No hay nada como saborear un buen vino y si es Ribera del Duero mejor, y si no que se lo pregunten a nuestro corazón.

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