Los proveedores que sirven al Servicio Valenciano de Salud productos básicos para el funcionamiento diario de hospitales y centros sanitarios, amenazan con un desabastecimiento si la Generalitat no paga.
Se trata de pequeñas y medianas empresas, no de multinacionales y atienden los pedidos con una rapidez que nunca podrían ofercer las grandes empresas de productos clínicos. Pero están al límite de sus posibilidades ya que acumulan una deuda de varios años , los bancos les cierran el crédito y si nadie lo remedia tendrán que cerrar sus empresas y despedir a sus trabajadores.
Es la cara amarga de la situación que estamos atravesando, pero las arcas de la Generalitat para atender a estas demandas están vacías, pero sí que hay dinero para otras cosas...
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