Las luces con tecnología LED que alumbran nuestras calles, por su mayor eficiencia energética, podrían no ser tan beneficiosas en todos los ámbitos. Un grupo de investigadores ha comprobado que reduce la melatonia, una hormona que regula el reloj biológico responsable de los biorritmos, situando al organismo en modo nocturno y conocida por sus propiedades antioxidantes y anticancerígenas. Además este tipo de luz emite una gran cantidad de radiación en longitud de onda corta, por lo tanto, es la que más altera la conducta de las especies de vida nocturna.
No siempre una LED es más eficiente ya que su uso puede afectar a la salud y al medio ambiente. Debería haber regulaciones para la contaminación asociada a la luz nocturna artificial ya que el efecto de este tipo de lámparas sobre la salud humana podría ser perjudicial.
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