La labor realizada por los profesionales de enfermería de la Sanidad Penitenciaria es poco conocida y valorada, pero esencial en la prestación de cuidados a una población, que por sus características propias, la hacen exclusiva.
Cualquier enfermero penitenciario debe estar capacitado para actuar en cualquier especialidad de enfermería y la podría desempeñar en cualquier momento. Desde su actuación en Atencion Primaria, como en Hospitalizada, Urgencias, Salud Mental, Quirófano, Radiología, Materno-Infantil, Farmacia, etc. Se podrían definir como los especialistas desconocidos por la sociedad, con unos medios técnicos y humanos limitados y con unos pacientes también especiales aunque, sea únicamente por lo que supone estar privado de libertad, sin contar con la alta concentración en patología mental, drogodependencia o patología infecto-contagiosa.
Un rol enfermero desconocino para muchos en un medio tan hostil como es un Centro Penitenciario.
Un auténtico desafío para la disciplina, sobre todo, un desafío ético.
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