martes, 16 de noviembre de 2010

Cuestión de peso.


La obesidad se come el 7% del presupuesto sanitario español, un porcentaje considerablemente superior al de la media de los países de la OCDE. Y es que España se sitúa en el bochornoso podio de los tres países con mayor índice de obesidad infantil del mundo, por detrás de Estados Unidos y Reino Unido.

El impacto sociosanitario y económico que tendrá esta epidemia global aterra a los expertos. Pero no sólo deben preocupar las cifras sino la salud de los ciudadanos. El riesgo de muerte temprana se incrementa, se duplica la probabilidad de no poder llevar una vida normal, por los riesgos de sufrir invalidez y rechazo social cobran menos que el resto de población y a menores ingresos económicos se produce una alimentación inadecuada.

Ante esta situación cabe preguntarse qué hacer. El consejo de los profesionales sanitarios de atención primaria es la actuación más costoefectiva por encima de las campañas en los medios de comunicación, de medidas fiscales para incrementar el precio de la comida basura o disminuir el de las frutas y verduras, e incluso que las campañas escolares, el etiquetado obligatorio de los productos con información nutricional o la vigilancia de la publicidad sobre alimentación. Resultados a los que se ha llegado tras evaluar el impacto de los distintos tratamientos y de diferentes medidas preventivas.

Parece que los unicos instrumentos para prevenir la obesidad son el consejo dietético y los programas de ejercicios regulares como una rutina desde la infancia hasta una edad avanzada de forma ininterrumpida.

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