viernes, 5 de noviembre de 2010

En el aire que se respira.


El brote de legionela detectado en Madrid se cobra a la tercera víctima y eleva a cuarenta los casos detectados.

La enfermedad del legionario o legionelosis adquirió su denominación en 1976 cuando apareció un brote de neumonía entre los participantes de una convención de la Legión Americana en Filadelfia, llegando la bacteria a los afectados a través de las duchas con agua templada. La bacteria de la legionela es peligrosa cuando coloniza torres de refrigeración con agua estancada a temperaturas templadas. Si las bacterias se dispersan en el aire en forma de aerosoles (gotas minúscula) pueden penetrar en las vías aéreas y causar neumonías.

Los casos de legionela suelen llegar a urgencias de los hospitales como neumonías: fiebre, dolor torácico y tos. La deteccion de la bacteria es rápida y sencilla con un test de antígeno en orina y el tratamiento consiste en administrar antibióticos. Lo que es más complicado y lleva su tiempo es detectar si las bacterias proceden de una misma cepa, es decir, si hay un único brote o varios.

Una enfermedad fácil de controlar y prevenir si las instalaciones de refrigeración y de suministro de agua caliente pasaran revisiones periódicas para evitar las zonas sucias donde se acumulan las bacterias.

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