Efecto dominó.

Son las doce del mediodía y la sala de espera del servicio de urgencias del hospital se empieza a llenar, como siempre, de enfermos que en su mayoría no presentan una verdadera urgencia.

Todo parece estar en calma hasta que de repente, uno de los pacientes impacientes empieza a comentar en voz alta que "el resultado de su analítica no llega", otro paciente se anima y comenta que "hace media hora que se le hizo una radiografía y no salen a darle el resultado", otro de repente tiene un dolor de rabia y "nadie le pone un calmante", otro tiene prisa por salir porque "tiene que recoger a los niños del colegio"...., y como si de un efecto dominó se tratara las quejas van contagiando la sala de espera.

Y digo yo, si esos pacientes hubiesen ido a su centro de salud, como mandan los cánones, en un plazo de una semana como muy rápido hubiesen tenido el resultado de todas las pruebas. Acuden al servico de urgencias del hospital y en un plazo de 6-8 horas aproximadas tienen el resultado de todas las pruebas solicitadas ¿y encima se quejan?, no lo entiendo.