viernes, 29 de enero de 2010

La soledad se cura.


La dramática escena de pacientes a los que nadie visita y por los que nadie pregunta, teniendo que vivir en completa soledad su enfermedad durante el proceso de hospitalización, se repite constantemente en nuestros hospitales. El envejecimiento de la población, las nuevas estructuras familiares y el aumento de inmigrantes, ha contribuido al cada vez mayor incremento de personas hospitalizadas sin familia, ni amigos. Personas a las que la soledad les produce tristeza, nada conveniente para su estado de salud, ya que el hecho de que las personas se sientan bien, es terapeútico.

El afán por mejorar la asistencia personal en los procesos de hospitalización, es lo que ha motivado a crear una sección espefícifa para acompañar a los pacientes que están solos en algunos hospitales de nuestra geografía. La Unidad de Donación del Tiempo, se nutrirá de voluntarios. El objetivo principal, será que los voluntarios hablen con el paciente de lo que este quiera y que los escuchen.

Para los pacientes, ellos son su "única familia", y el enriquecimiento de quienes regalan su tiempo, es un beneficio añadido.

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