Albergue de los más desfavorecidos.

Un estudio reciente, pone en evidencia la descoordinación entre los distintos niveles asistenciales, tanto sanitarios como sociales. Esta situación provoca que las urgencias hospitalarias se vean saturadas. El sistema sanitario no dispone de mecanismos de adaptación para el colectivo de personas sin casa, sin papeles y ancianos, existiendo problemas de acceso. El sistema sanitario está diseñado para que sus usuarios se muevan con la Tarjeta Sanitaria Individual (TSI) y cuando uno de ellos no la tiene empiezan los problemas. Ante estas dificultades de acceso, resulta "normal" que estas personas acaben yendo directamente a urgencias saltándose los pasos previos.

A esto hay que añadirle que el sin techo "huele mal" y provoca protestas en la cola, además en caso de que la persona sin hogar sea diagnosticada se va de alta sin medicación y sin posibilidades de seguimiento. En el caso de los ancianos, suele ocurrir que si reciben el alta en fín de semana, no se avisa a los servicios sociales ni a su médico de cabecera por lo que el anciano se ve desatendido tras el alta hospitalaria, lo que provoca el reingreso.

Urgencias se ha convertido en el albergue de los más desfavorecidos, ya que es el único servicio sanitario que los atiende sin problemas.