martes, 13 de marzo de 2012

El tiempo es vital.


El tiempo medio total de atención de un paciente desde que sufre un infarto hasta que es atendido, varía en función de múltiples factores. Depende si el paciente es remitido desde atención primaria (AP), si es atendido por el 112 o si el paciente acude a urgencias desde su domicilio.
Acortar los tiempos de espera al máximo es vital, hasta el mínimo detalle importa. Que el equipo del servicio de hemodinámica esté preparado, que el intensivista no se demore o incluso que un ascensor esté dispuesto en el momento del traslado del paciente puede hacernos ganar minutos.
Para ello resulta imprescindible conocer y analizar periódicamente los propios tiempos (puerta-UCI, puerta-balón) para ir reduciéndolos. Adoptando una serie de medidas sencillas y factibles, se pueden reducir sustancialmente las demoras y posiblemente mejorar la evolución de los pacientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario