Número de Historia Clínica, número de Sistema de Información Poblacional (SIP), número de habitación..., al final en el medio hospitalario todo se traduce en números siendo el lenguaje numérico el que más se maneja de manera que el paciente llega a perder su identidad.
Bien sea por rutina o por comodidad, nos resulta difícil dirigirnos al paciente por su nombre y nos es más cómodo, por ejemplo, utilizar el número del lugar que ocupa en la unidad. Los profesionales sanitarios no le damos importancia a ese detalle pero supongo que el paciente lo vive de otra forma, que le dejen de llamar por su nombre cuando ingresa en un hospital y pase a llamarse el paciente de la 427-1, no le debe ayudar para integrarse en un medio tan hostil como pueda ser un hospital.
Prestando atención a estos detalles puede que contibuyamos a que el paso de los pacientes por el hospital sea más agradable.
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