viernes, 29 de abril de 2011

El poder de la música.




Los diferentes elementos que componen la música (armonía, ritmo, melodía, timbre, frecuencia, intensidad, volumen) se combinan de manera tal que pueden lograr cambios en diferentes aspectos como el estado de ánimo o la ansiedad, provocando cambios en el metabolismo y estimulando el tálamo y la corteza lo que permite el contacto a través de la música con pacientes que carecen de expresión verbal. El nivel de hormonas del estrés en sangre baja de forma importante al escuchar música relajante, y en algunos casos elimina la necesidad de uso de medicamentos.

Es por ello que la música es susceptible de ser utilizada como terapia con el objetivo de atender a las necesidades físicas, emocionales, sociales y cognitivas.

Cualquier sonido calma más que ningún sonido.

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