lunes, 18 de abril de 2011

Normalizar su uso.


El teléfono móvil es un aparato totalmente cotidiano en la vida de las personas, sin embargo cuando se trata de su uso en hospitales, tanto las opiniones como las recomendaciones y normativas difieren. Las posibles interferencias en los equipos médicos así como las molestias que pueden suponer para los pacientes, han sido las principales razones a las que aludía para intentar regular su utilización. Pero trabajos recientes han puesto de manifiesto que no existe ninguna evidencia que demostrara un riesgo inminente para el paciente.

España carece de una normativa que regule esta situación, aunque en la mayoría de los hospitales está prohibido el uso de teléfonos móviles en determinadas zonas. Al no existir una prohibición explícita cada hospital implanta sus propias normas.

Es muy difícil conseguir que un hábito tan extendido en la población como es utilizar en cualquier momento y lugar el teléfono móvil, tenga que ser totalmente restringido en un edificio como un hospital por el que transitan a diario miles de personas y supone un beneficio en la comunicación entre profesionales sanitarios y de los pacientes con sus familiares. La política a adoptar a este respecto debe basarse en plantear pautas y comportamientos que eviten riesgos y molestias, más que en prohibir su uso de forma generalizada.

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