miércoles, 20 de abril de 2011

Enemigos invisibles.



Las evidencias científicas muestran cada vez con más frecuencia la presencia de compuestos químicos en el organismo debido a su uso en la industria. Según el Dr. Nicolás Olea, catedrático de medicina, si nos preguntáramos en qué se parecen un biberón de plástico, una lechuga, una sartén, un gel de baño y una pintura de la piscina, la respuesta sería que todos tienen componentes químicos que la Unión Europea (UE) prohíbe porque son componentes químicos exógenos que tienen efectos adversos para la salud de un organismo intacto o su descendencia.Los rangos de seguridad recomendados de las sustancias químicas, tienen el inconveniente que están hechos con información toxicológica de test para compuestos individuales. Sin embargo, este año se ha descubierto que los residuos son múltiples y que el organismo humano acumula sustancias de diferentes fuentes convirtiéndose en un sumidero de miles de ellos en dosis admitidas como reales.

Cuando un elemento muestra evidencia de ser una amenaza para la salud, deben tomarse precauciones aunque las relaciones de causalidad no se hayan establecido de manera científica en su totalidad.

Las sustancias químicas que contienen muchos alimentos que ingerimos a diario, son enemigos invisibles y pueden ser la causa de muchas enfermedades.

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