sábado, 12 de febrero de 2011

Vía de escape.



Cuando la bicicleta se convierte en una vía de escape para huir de la tensión... Agobio, dudas, todo se viene encima. Empeñados en buscar respuestas a preguntas que ni siquiera estás seguro de querer plantearte.
Comenzar a pedalear, a sentir la ciudad bajo las ruedas y, en el trasiego intentar organizar el desorden emocional. Subidas, bajadas, viento en la cara, frío, alegría, cansancio... Cuando crees que no puedes más algo o alguien te incita a seguir y continúas.

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