lunes, 28 de febrero de 2011

Olía a Oscar.


La historia del ascenso al trono de Jorge VI, un monarca con serios problemas de habla, antes de la II Guerra Mundial, y la relación con su "coach" australiano, es una historia fascinante. Un apocado personaje superado por el terror a los primeros micrófonos de la radio en un momento en el que se necesitaba más que nunca que un monarca transmitiese energía y confianza.

Aunque a ratos empalaga la devoción que el director siente hacia la familia real, el acierto está en la interpretación de los actores.

Muy recomendable.

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