miércoles, 16 de febrero de 2011

Cuando cae la noche.


Cuando un paciente se queda ingresado en el hospital, los acompañantes debaten entre ellos sobre quién se va a quedar esa noche a vigilar "el gotero". Para ellos lo más incómodo es el sillón donde van a tener que pasar la noche. Rendidos por el cansacio acumulado, su objetivo de vigilar al paciente se ve frustado por un profundo sueño.

Los profesionales sanitarios con nuestras continuas entradas y salidas, les recordamos que esto no es un hotel. Sin embargo, no les prohibimos que estén mortificándose, lo que en el fondo sería un alivio para ellos ya que los descargaríamos de la responsabilidad de estar ahí todo el tiempo y podrían hacer frente a la situación en mejores condiciones.

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