lunes, 17 de enero de 2011

Hilos bien atados.


La aparición de complicaciones no habituales y de imprevistos, muchos de ellos difíciles de explicar, en pacientes concretos en los que la intención es llevar a cabo una atención más esmerada y personalizada ya que son personas que han sido recomendadas por cualquier razón, se conoce con el nombre del "síndrome del recomendado". En este término se condensa la experiencia común que enseña que las personas a las que se pretende facilitar una atención no ya mejor, sino especial padecen de manera "incomprensible", complicaciones y sucesos inesperados.

Se puede manifestar de diversas formas. La evolución de la enfermedad o del problema suele ser más tórpida y con más complicaciones; el paciente sufre una yatrogenia derivada de procedimientos o tratamientos; aparecen retrasos y olvidos en las citaciones para las consultas o pruebas complementarias; se extravían los resultados o son difíciles de localizar..., todo ello sucede con una frecuencia mucho mayor que la que cabría esperar en un paciente en las mismas circunstancias.

Pueden ser debidos a la actitud del propio paciente, el empleo inadecuado de los recursos sanitarios o el cambio de conducta de los profesionales sanitarios en la atención de estos enfermos.

Queremos tener todos los hilos de la situación tan bien atados que al final acaban rompiéndose.

El mejor modo de prevenir este síndrome es seguir la misma línea de conducta que con los demás pacientes.

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