viernes, 17 de septiembre de 2010

Unidos a una máquina.


Alrededor de un millón de personas con insuficiencia renal en todo el mundo están obligadas a acudir a sesiones de diálisis para seguir con su vida.

La hemodiálisis consiste en conducir la sangre del paciente a través de un circuito externo hasta llegar a una membrana artificial en la que se produce finalmente la filtración. De esta manera, se sustituye a los dos riñones enfermos por una máquina que realiza sus funciones. Es un procedimiento fundamental no sólo para que el paciente pueda vivir, sino para que su calidad de vida sea mayor. Pero antes, debe aceptar ciertos cambios en su vida y asumir una serie de complicaciones que pueden surgir...

Cuatro horas y tres veces por semana. Éste es el tiempo invertido en la diálisis, un proceso artificial a cambio del cual el enfermo renal recibe nada menos que la vida.

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