miércoles, 10 de febrero de 2010

Manipulación de alimentos.


La ingeniería genética, permite seleccionar un gen específico e introducirlo en el organismo deseado, el resultado son los alimentos transgénicos. Se toma un fragmento de ADN de una especie y se inserta en el ADN de otra especie obteniéndose un organismo transgénico que contiene la información hereditaria de otro.

Los conflictos que suscitan los transgénicos, no son sólo de carácter medioambiental o sanitario. La situación actual se enmarca en un proceso de globalización en el que se enfrentan el derecho al libre comercio por un lado y el derecho de las personas a preservar su salud y el medio ambiente, por otro. Las dudas e incertidumbres vienen dadas sobre todo, por la ausencia de información sobre los posibles riesgos que podrían generarse a los consumidores. Se ha intentado regular el derecho de los consumidores a una libre elección sobre la compra mediante un correcto etiquetado específico. Sin embargo, la protección del consumidor ha tenido que conjugarse con la protección de las innovaciones biotecnológicas.

A pesar de todos los controles a los que se somete un alimento transgénico, se habla de riesgos relacionados con un posible aumento de alergias, reistencia a antibióticos, generación de cánceres o retrasos en el desarrollo inmunitario. En el terreno medioambiental, las cosas tampoco están muy claras ya que no existe una metodología capaz de analizar el riesgo claro de la posible transferencia de los genes exógenos desde la variedad transgénica a variedades silvestres.

Aún quedan grandes lagunas sobre el funcionamiento de la planta o animal que se manipula en el laboratorio.

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