jueves, 5 de abril de 2012

Las apariencias engañan.


Para determinar la edad de un menor debería ser suficiente con su apariencia, la edad que declara y los documentos que aporte. Sin embargo, acuden a urgencias custodiados por la policía para que mediante una prueba radiológica se determine de forma científica su edad real. Una práctica habitual en menores extranjeros indocumentados y no acompañados. Si de la misma resulta que es mayor de edad, queda fuera del sistema de protección.
La prueba tiene un margen de error tanto por arriba, determinando que menores son mayores, como por abajo, haciendo que mayores sean considerados menores. Estos métodos sólo establecen una estimación aproximada por lo que resulta imposible señalar con exactitud la edad real, especialmente en aquellas que se encuentran cerca del límite de los 18 años.
Pero si el dictamen radiológico determina una edad ósea concreta, esa es la edad que la autoridad judicial tomará como referencia.

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