viernes, 20 de abril de 2012

Dejarse llevar.


La cama o la camilla es el vehículo por excelencia utilizado en el hospital para el traslado de enfermos de un sitio a otro. El paciente se deja llevar y queda aparcado a la espera de que le realicen una determinada prueba mirando el techo hasta que nota que se mueve porque alguien la maniobra desde atrás. Son como excursiones dentro del hospital aunque los destinos no son demasiado placenteros: endoscopias, rayos, TAC, resonancia...etc. A la vuelta, se aparca en la plaza reservada en el box o habitación y hasta el itinerario del día siguiente.
Al alta, la cama, todavía caliente, ya es ocupada por otro paciente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario