Según un estudio realizado en Estados unidos, en los últimos 15 años se ha duplicado la proporción de personas que han sido sometidas a radiografías, escáneres, tests de medicina nuclear..., y ha aumentado la tasa de radiación recibida por estas técnicas, de manera que se estima que un 2% de los futuros cánceres serán resultado del empleo de estas pruebas de imagen.
Hace años era el buen "ojo clínico" del médico el que diagnosticaba la mayoría de los problemas, pero con el desarrollo de la ciencia y la tecnología han sido muchas la técnicas diagnósticas que se han desarrollado y que han venido a ser una herramienta en las urgencias hospitalarias y en el día a día.
Una práctica habitual de la medicina defensiva para evitar demandas por parte de los pacientes, pero el usuario también tiene que ser responsable de las dosis de radiación que recibe y no empeñarse en pedir que le realicen determinadas pruebas.
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