Los servicios de urgencias hospitalarios se han convertido en el cajón desastre de la sanidad. Ahí todo vale, de manera que cualquier paciente que acuda a urgencias es atendido sin contemplaciones, al margen de lo que diga la ley...
El usuario que no puede comprar los medicamentos porque tiene escasos ingresos, el paciente crónico que no se toma la medicación porque no puede pagarla y a consecuencia de ello se descompensa su enfermedad..., todos acuden a urgencias como un recurso para cubrir sus necesidades. Es lógico que el usuario se las ingenie para sacarle beneficio a la administración de forma indirecta.
Al final esto demuestra que lo que se pretende recaudar con ciertas medidas absurdas se está gastando por otro lado. Hubiese sido más lógico realizar un estudio y analizar la situación para encontrar la fórmula y evitar que esto sucediese, pero claro, eso significa trabajo y esfuerzo, y los políticos no están por la labor.
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