Hay guardias nocturnas que en urgencias son criminales. Los pacientes no dejan de acudir casi en toda la noche y no paramos de atenderlos uno tras otro. El trabajo y algún que otro café, nos permiten mantenernos alerta sea cual sea la hora. Pero el ritmo circadiano de nuestro cuerpo está programado para estar menos activo sobre las 5 de la madrugada. Es la hora crítica y el momento más difícil de la noche, pero por suerte, suele ser el momento de menor carga de trabajo, por lo que el cansancio se apodera de todos nosostros.
A partir de esa hora, da la sensación de que el reloj no corre y los minutos se nos hacen eternos hasta que finaliza la guardia.
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