Es muy habitual que los servicios de emergencias reciban llamadas falsas. Accidentes falsos, enfermos graves en lugares inexistentes, insultos...etc., suelen ser los argumentos más utilizados. El anonimato en el que se escudan estos ciudadanos no impide que se pueda localizar al autor ya que los dispositivos telefónicos con los que se atienden las llamadas están dotados de un sistema de reconocimiento que registra el número, pero en la mayoría de los casos se hace casi imposible localizar al autor de las mismas.
Constituye un hecho denunciable, ya que este tipo de bromas de mal gusto, hace que se puedan llegar a movilizar recursos de forma innecesaria lo que puede demorar la asistencia en un incidente que se esté produciendo realmente.
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