Muchas personas son trasladadas en ambulancia desde su domicilio al hospital para ser atendidas, debido a que el problema de salud que presentan de alguna forma les limita la movilidad. Este servicio se le ofrece al ciudadano para garantizarle un traslado seguro y cómodo. Una vez que el problema de salud está resuelto y el paciente está en perfecto estado, al alta solicitan de nuevo una ambulancia para que les lleve de vuelta a casa como si de un taxi se tratara. La mayoría de veces consiguen su objetivo con la consiguiente demora del traslado de los pacientes que realmente lo necesitan.
Los servicios gratuitos que se le ofrecen al paciente tienen un valor económico considerable que pasa inadvertido. Esta percepción equivocada acaba convirtiéndose en un abuso de los medios que tenemos a nuestro alcance.
Sería necesaria una implicación por parte de todos.
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