Errores en la administración de la medicación, errores en el diagnóstico, adquisición de una infección nosocomial y accidentes casuales o lesiones durante la permanencia de un paciente en un hospital, son lo que conocemos con el nombre de eventos adversos. El paciente es consciente del riesgo que entraña cualquier procedimiento pero nunca piensa que le pueda pasar a él.
La seguridad del paciente es el gran caballo de batalla de la atención sanitaria. Los profesionales sanitarios debemos poner todo nuestro empeño para que esto no ocurra, de lo contrario se traducirá en un fracaso profesional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario