Cualquier persona puede salir de su casa por la mañana, estar perfectamente y de repente verse en una cama de urgencias. Un accidente, un dolor agudo o cualquier problema de salud, puede ser la causa de esta situación inesperada. Un situación que el paciente describe con gran impotencia y que en muchos casos provoca que rompan a llorar.
De la noche a la mañana toca postponer todos sus planes de vida y centrarse en su problema de salud que en ningún momento habían imaginado.
En cuestión de segundos nos puede cambiar la vida.
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