Es innegable que la radiación afecta a los organismos. Los puede enfermar o curar. Puede ser administrada como cualquier tratamiento, o tener efectos letales. Depende de cómo se use y de las condiciones de exposición a ella.
El riesgo invisible existe, sin embargo algunas veces habrá que confrontar el riesgo por recibir radiación con otros riesgos de la vida normal. Unas cuantas radiografías o TAC, podrían producir un pequeño riesgo de sufrir cáncer en algunos años. Pero el riesgo de no diagnosticar correctamente una enfermedad o de operar sin una intervención previa por no radiografiar es enormemente mayor.
Conscientemente o inconscientemente, todo el tiempo estamos poniendo en la balanza unos riesgos contra otros para sobrevivir lo mejor posible.
Pero cuanta menos radiación recibamos, mucho mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario