Las normas de régimen interno de un centro hospitalario, están ahí para cumplirlas, pero existen determinadas situaciones en las que los profesionales sanitarios podemos ser más flexibles y algo permisivos. Tomando ciertas precauciones para que no afecte al normal funcionamiento del servicio, podemos tener cierta consideración con el paciente y sus acompañantes, y adapatarnos en un momento puntual a sus necesidades.
Son pequeños detalles que no cuestan nada y os puedo asegurar que se agradecen enormemente.
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