La medicina curativa busca siempre salvar la vida del paciente, a toda costa, y le resulta muy difícil aceptar la muerte. Los cuidados paliativos son la respuesta más humana que se le puede dar a un paciente que no se puede curar. Se trata de aliviar los síntomas, dar apoyo emocional al paciente y a la familia y de promover la autonomía y dignidad personal.
La sanidad debería darle más protagonismo a los cuidados paliativos en el sistema, una respuesta saludable a la situación de crisis económica por ser mucho más baratos que un proceso de ingreso hospitalario en una unidad para curar y no para paliar.
Con motivo del Día Mundial de los Cuidados Paliativos, hay que ser realistas con las posibilidades de la ciencia y renunciar a procedimientos y tratamientos que prolonguen no la vida, sino el proceso de morir.
Cuando ya no hay posibilidades de cura los profesionales sanitarios y la familia, que en ocasiones presiona por conseguir lo imposible, deben aceptar que ya no se puede hacer nada más...
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