Nadie tiene la solución de cómo afrontar la deuda sanitaria. Cualquier recorte tiene un efecto negativo sobre la calidad y la reacción ciudadana en contra es inmediata. Ningún responsable político quiere hablar de subida de impuestos, copago, eliminar algunas coberturas gratuitas, replantearse nuestro sistema universal y gratuito...
Lo cierto es que resulta imprescindible reflexionar sobre la financiación de la sanidad y de cómo abordar el tema de la deuda ya que las comunidades están con el agua al cuello.
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