En ocasiones un problema de salud por leve que sea puede cambiar temporalmente nuestra vida. La sensación de pérdida de control nos produce una reacción desproporcionada debido a que perdemos nuestra autonomía, pasando a ser durante un tiempo dependientes de los demás.
En ese momento el problema de salud es lo de menos y lo que verdaderamente nos preocupa es pensar en todo aquello a lo que vamos a tener que renunciar o vamos a dejar de hacer, durante el tiempo que dure nuestra nueva situación. Llegamos a pensar que somos imprescindibles y no es así, la vida continua aunque nosostros estemos un tiempo fuera de juego.
Los imprevistos de salud surgen cuando menos te lo esperas. Se trata de pensar en diferentes alternativas y elegir la mejor. Si todo va bien, pronto nuestra vida volverá a la normalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario